Una vez que el atún ha sido pescado, almacenado, cocido y enlatado, se etiqueta y se empaca en diferentes presentaciones, ya sea emplayado con película plástica o en caja, para almacenarse nuevamente en bodegas de producto terminado que cierran el proceso de producción del atún.
Diariamente, tractocamiones de las distintas empresas atuneras en México, cargan la mercancía que han de distribuir a todo el país. La actividad comienza desde la recolección del producto en las plantas, llevándolo a los clientes mayoristas y de autoservicio de todo el país, que, a su vez, repartirán las latas de atún entre todas las tiendas minoristas para que le consumidor pueda comprar su dotación de atún en la tienda más cercana.
Un gran valor de este producto es poder encontrarlo a precios muy bajos en casi todos los puntos de venta de alimentos en México. En casi todas las tiendas de conveniencia del país, misceláneas y mini supers, se puede encontrar una lata de atún casi por el mismo precio.